Patadas
Al principio, el karma del eterno irse.
A los 18 me instalé en Cordoba, tratando de ser músico de estudio y libro. Desistí al año, luego de conocer casi todos los peores/mejores bares de la ciudad.
Repetí ciudad a los 23, escapándole a la muerte de un padre y pretendiendo ser un futuro psicólogo. En realidad... en realidad pasé dos años tratando de acercarme a una hermosa y voluptuosa (?????) morocha compañera de estudios. Y aplique toda MI psicología en intentar convencerla del diamante en bruto (sobre todo bruto) que tenía al lado de su asiento.
Nunca pase de cuatro o cinco materias. Ni de la morocha, a la que nunca pude alcanzar.
Y volví a reencontrarme con los peores bares, que habían perdido el glamour del misterio y eran solo ratoneras llena de humo, malos olores y caras perdidas.
Traté durante años de escribir un verso hermoso, positivo, optimista.
Busqué inspiración divina en los estereotipos. Probé en la dulzura de las flores, en la belleza de una pareja mirando el horizonte. En los ancianos y sus miradas plenas de sabiduría...hasta intenté ver un amanecer, pero considerando que tomo como principio inalterable de vida no amanecer antes de las 10 A.M., desistí de tamaño sacrificio y dejé ESA belleza para las tiras televisivas o sin dudas las cadenas de mails en powerpoint.
Y comprobé que estoy lejos de ser Bucay. Faltan cosas fundamentales. No tengo su mirada, ni su panza, ni siquiera su pelo. Mucho, mucho menos su billetera.
Nunca pude escribir sobre ranitas pataleando en potes de crema hasta transformarla en manteca o algo por el estilo.
A lo sumo he pataleado en charcos de cerveza barata, pero siendo tímido e introvertido como soy no me animo a detallar la experiencia.
Mirá, en esta vida se torna sencillo pensar en margaritas, arcoiris y heidis corriendo por la campiña si tenemos la panza llena y las preocupaciones congeladas.
En fin, igual Bucay... no. No me gusta esa cara de goloso con barbita de vicios ocultos. Como el de fisgonear debajo de la pollera de Heidi.
Acá debo abrir otro paréntesis... a mí también me gusta Heidi. Sobre todo cuando corre. Así que te entiendo estimado barbeta glotón.
Viajé a Cuba en plan reencuentro. Y cuando reencontré... me volvieron.
Tiré mis mierdas en el inodoro del perdón. Las tiré sin mirar, aterrado de comprobar que esa mierda era parte de mi.
Y despues de autodestruirme durante años paré.
Aunque de vez en cuando vuelva a hacerme mierda.
Pero solo como recordatorio.
En un principio, el karma del eterno irse.
Hoy, el karma es la continuidad. Mejor expresado, la falta de ésta.
Pero, mientras, aca estoy. Una vez más.
Sigo vivo. Entre Aliens y Margaritas sonriendo.
Tratando de patearle el orto al destino.
De a poco, paso a paso, ganandole metros a la inercia.
Volviendo a sonreir, y esta vez sin que sea una mueca grotesca.
A los 18 me instalé en Cordoba, tratando de ser músico de estudio y libro. Desistí al año, luego de conocer casi todos los peores/mejores bares de la ciudad.
Repetí ciudad a los 23, escapándole a la muerte de un padre y pretendiendo ser un futuro psicólogo. En realidad... en realidad pasé dos años tratando de acercarme a una hermosa y voluptuosa (?????) morocha compañera de estudios. Y aplique toda MI psicología en intentar convencerla del diamante en bruto (sobre todo bruto) que tenía al lado de su asiento.
Nunca pase de cuatro o cinco materias. Ni de la morocha, a la que nunca pude alcanzar.
Y volví a reencontrarme con los peores bares, que habían perdido el glamour del misterio y eran solo ratoneras llena de humo, malos olores y caras perdidas.
Traté durante años de escribir un verso hermoso, positivo, optimista.
Busqué inspiración divina en los estereotipos. Probé en la dulzura de las flores, en la belleza de una pareja mirando el horizonte. En los ancianos y sus miradas plenas de sabiduría...hasta intenté ver un amanecer, pero considerando que tomo como principio inalterable de vida no amanecer antes de las 10 A.M., desistí de tamaño sacrificio y dejé ESA belleza para las tiras televisivas o sin dudas las cadenas de mails en powerpoint.
Y comprobé que estoy lejos de ser Bucay. Faltan cosas fundamentales. No tengo su mirada, ni su panza, ni siquiera su pelo. Mucho, mucho menos su billetera.
Nunca pude escribir sobre ranitas pataleando en potes de crema hasta transformarla en manteca o algo por el estilo.
A lo sumo he pataleado en charcos de cerveza barata, pero siendo tímido e introvertido como soy no me animo a detallar la experiencia.
Mirá, en esta vida se torna sencillo pensar en margaritas, arcoiris y heidis corriendo por la campiña si tenemos la panza llena y las preocupaciones congeladas.
En fin, igual Bucay... no. No me gusta esa cara de goloso con barbita de vicios ocultos. Como el de fisgonear debajo de la pollera de Heidi.
Acá debo abrir otro paréntesis... a mí también me gusta Heidi. Sobre todo cuando corre. Así que te entiendo estimado barbeta glotón.
Viajé a Cuba en plan reencuentro. Y cuando reencontré... me volvieron.
Tiré mis mierdas en el inodoro del perdón. Las tiré sin mirar, aterrado de comprobar que esa mierda era parte de mi.
Y despues de autodestruirme durante años paré.
Aunque de vez en cuando vuelva a hacerme mierda.
Pero solo como recordatorio.
En un principio, el karma del eterno irse.
Hoy, el karma es la continuidad. Mejor expresado, la falta de ésta.
Pero, mientras, aca estoy. Una vez más.
Sigo vivo. Entre Aliens y Margaritas sonriendo.
Tratando de patearle el orto al destino.
De a poco, paso a paso, ganandole metros a la inercia.
Volviendo a sonreir, y esta vez sin que sea una mueca grotesca.
Comentarios
Un beso.
Desearía que mi vida sea una eterna partida... idas y vueltas... encuentros... reencuentros... huidas y desencuentros... sonreí... hasta que la cara te duela...
saludos!
Saludos!
siempre es bueno patear "el tablero" javi...
Abrazo
pd: lo escuché a Buscaglia
buena data.se le agradece
Beso
usted tiene cosas interesantes que relatar, y ni hablar por vivir... y tiene un par de cosas claras, lo que no es poco, para nada...
y sí, uno de vez en cuando se hace mierda para ver cómo era. lo que resulta "positivo" (por decirlo en tus términos) es saber que se trata de algo no permanente. o intentar que no lo sea...
y lo de la mueca grotesca... ese mismo tipo dijo que es mejor vivir en el presente. y por eso, esa frase la tengo tatuada en la espalda.
saludos amigo, y gracias por escribir lo que mis muñones no se animan.
En fin, por suerte, sigues vivo.
p/d: Y pensar que hay gente que lee a Bucay!, libritos de autoayuda barata, por Dios!
Y si no querés ser Bucay...porque no hablás de ranas, o porque no querés su pelo, es porque entendiste algo importante.
Muy interesante lo que leí, me gustó mucho. Voy a volver con menos dolor de cabeza.
Besos
amo cordoba. con todas y cada una de sus facetas...