No hay que andar lastimándose al divino gas.-
Año VI
La mañana que nací, Marta Angela casi tiene que irse sola al hospital. Hector Angel, que siempre fue un tipo muy festivalero y alegre, estaba con ella en pleno carnaval. Pero daba penita irse. Es que según cuenta la historia y el anecdotario familiar, se estaba tan lindo que dolía supender la fiesta. Esperaron hasta último minuto, bailando y riendo. Cuando se hizo ya inevitable la partida, fueron TODOS los presentes (amigos, no tanto, conocidos y curiosos) rumbeando en caravana a recibirme. ... hoy tengo 36 años. No creo que haya diferencias notables con respecto a los 35; pero si las hay, que sean para mejor carajo. Que de palos ando dolido.
Comentarios
En fin, a mí el alma me duele barbaridades, y por eso me invento síntomas entendibles para racionales. Funciona perfecto. Si alguien me pregunta qué tengo, puedo decir "reflujo", en vez de "silencio forzado". Así, me encajan una pastilla para los jugos gástricos y yo me la tomo, como si otras aguas no se desbordaran más.
No importa lo que dije, catársis ponele.
Besos, Sr.